Para los padres: Trastornos alimenticios en adolescentes – Por la Lic. Yamila Spies
Un trastorno alimenticio es un enfoque puesto en los alimentos y el peso corporal, que hace que una persona llegue a los extremos cuando se trata de alimentarse. Tres de los trastornos alimenticios más comunes son el trastorno por atracón, la bulimia y la anorexia.
Los trastornos alimenticios a menudo se desarrollan durante la adolescencia, o en la edad adulta temprana. Son más comunes entre las adolescentes, pero también pueden afectar a los varones adolescentes. Pueden ser muy estresantes y perjudiciales para el bienestar general de un adolescente. Los efectos sociales incluyen baja autoestima y aislamiento. Los trastornos alimenticios pueden causar problemas de salud graves que pueden poner en peligro la vida.
No es inusual que los adolescentes cambien los hábitos alimenticios de vez en cuando. Algunos adolescentes experimentan con un estilo de alimentación diferente (por ejemplo, una dieta vegetariana) o siguen una dieta para perder peso. Ocasionalmente pueden saltarse una comida. A menudo, estos cambios pasan rápidamente. Observe cuidadosamente el comportamiento y los patrones de alimentación de su hijo adolescente. Esto lo ayudará a detectar la diferencia entre una dieta ocasional y un trastorno alimenticio.
Hay muchos signos y síntomas diferentes de los trastornos alimenticio. A veces son obvios, pero no siempre. A menudo, una persona hará un gran esfuerzo para ocultar un trastorno alimenticio. A continuación se enumeran algunos signos y síntomas del trastorno por atracón, bulimia y anorexia. Si nota alguno de estos signos y síntomas en su hijo adolescente, hable con su médico. Le puede ayudar a evaluar los síntomas específicos de su hijo adolescente y recomendarle la mejor manera de ayudarlo.
Trastornos alimenticios comunes:
• Trastorno por atracón
Una persona que como en atracones regularmente (al menos una vez a la semana, durante 3 meses) consume grandes cantidades de alimentos en un corto período de tiempo (denominado atracón) con falta de control. Las personas que tienen un trastorno por atracón a menudo se avergüenzan por la cantidad de alimentos que comen. Pueden esconder comida para llevar a cabo atracones en privado. Las personas que sufren este trastorno, a menudo intentan hacer dieta sin éxito o prometen dejar de comer tanto. Sienten que no pueden controlar la necesidad de seguir comiendo grandes cantidades de alimentos. Como resultado, podrían tener sobrepeso u obesidad.
• Síntomas del trastorno por atracón:
– Comer grandes cantidades de alimentos en un corto período de tiempo.
– Comer incluso cuando no se tiene hambre.
– Comer hasta el punto de sentirse incómodo.
– Tomar comida a escondidas.
– Ocultar comida.
– Comer a solas.
– Comer de manera normal durante las comidas, y luego comer grandes cantidades de alimentos cuando no hay otros cerca.
– Sentirse disgustado, deprimido o culpable después de comer grandes cantidades de alimentos.
• Bulimia
Las personas que tienen bulimia comen mucha comida a la vez (atracones). Luego vomitan o usan laxantes para eliminar la comida del cuerpo (llamado purga). Después de un atracón, una persona que tiene bulimia puede ayunar (no comer por un período de tiempo). O pueden hacer ejercicio en exceso para evitar aumentar de peso. Las personas que tienen bulimia también pueden usar diuréticos, laxantes o pastillas para adelgazar para “controlar” el peso. A menudo intentan ocultar los atracones y purgas. Podrían esconder comida para darse atracones. Las personas que tienen bulimia generalmente están cerca del peso normal, pero el peso podría subir y bajar.
• Síntomas de bulimia:
– Comer a escondidas.
– Esconder envases vacíos de comida.
– Saltarse comidas o comer porciones pequeñas.
– Evitar comer cerca de otros.
– Vomitar después de comer.
– Usar diuréticos o laxantes.
– Ayunar (no comer por un período de tiempo).
– Hacer ejercicio excesivo.
• Anorexia
Las personas que tienen anorexia están obsesionadas con ser delgadas. No quieren comer
y tienen miedo de subir de peso. Es posible que se preocupen constantemente por la
cantidad de calorías que ingieren o por la cantidad de grasa que contiene la comida. Para
perder peso, pueden tomar pastillas para adelgazar, laxantes o diuréticos. Pueden hacer
demasiado ejercicio. Las personas que tienen anorexia generalmente piensan que son
gordas aunque sean muy delgadas. Pueden adelgazar tanto que parecen estar enfermas.
• Síntomas de anorexia:
– Ser muy delgado.
– Sensación de sobrepeso, a pesar de estar muy delgado.
– Miedo a aumentar de peso.
– Obsesionarse por la comida.
– Contar calorías, carbohidratos y gramos de grasa constantemente.
– Crear “rituales de comida” (por ejemplo, masticar cada bocado un cierto número de veces).
– Hacer ejercicio excesivo
– Usar pastillas para adelgazar, diuréticos o laxantes.
– Perder períodos o tener períodos irregulares.
– Tener frío todo el tiempo.
– Usar ropa holgada para ocultar la pérdida de peso.
El camino hacia una mejor salud
Si su hijo tiene un trastorno alimenticio, cuanto antes haga algo, mejor será. Al obtener ayuda a tiempo, su hijo adolescente puede prevenir los riesgos para la salud asociados con los trastornos alimenticios.
Hable con su médico de familia. Le podría hacer varias recomendaciones. Es posible que quiera hablar con su hijo adolescente. Su médico también podría solicitar exámenes médicos para asegurarse de que no sea un problema físico el problema de salud subyacente de su hijo adolescente. Además, un adolescente que tiene un trastorno alimenticio necesita ayuda profesional para tratar el cuerpo y la mente. A menudo, los adolescentes necesitan terapia para hablar sobre cómo se sienten acerca del peso y otros problemas de su vida. Además, su médico podría referir a su hijo adolescente a un dietista para que aprenda a desarrollar hábitos alimenticios saludables.
Además, es muy importante asegurarse de que su hijo adolescente se sienta amado y apoyado por sus familiares y amigos durante el tratamiento de un trastorno alimenticio. Sentirse seguro y aceptado puede ayudar a formar una base sólida para que su hijo adolescente pueda comenzar a aprender hábitos nuevos y más saludables.
¿Cómo puedo hablar con mi hijo adolescente sobre mis preocupaciones?
Probablemente será difícil hablar con su hijo adolescente sobre sus preocupaciones de que tenga un trastorno alimenticio. Esté preparado. Su hijo adolescente probablemente negará que tiene un problema.
Hágale saber a su hijo que la conversación no es opcional. Establezca un momento para hablar con su hijo adolescente e inicie la conversación de manera cariñosa y gentil. Evite acusaciones o juicios, pero sea persistente al expresar sus preocupaciones. Hable en oraciones con “Yo” como sujeto (por ejemplo, “Yo estoy preocupado por ti”). Evite las declaraciones del tipo que comienzan con “Tú” (por ejemplo, “Tú estás escondiendo comida”).
A menudo, ayuda simplemente hacerle saber a su hijo que usted está allí para ayudarlo y apoyarlo. Tenga en cuenta que su hijo adolescente enfrenta muchos cambios y presiones sociales. Su papel principal podría ser escuchar.
Estos son algunos consejos para ayudar a su hijo a desarrollar una actitud saludable hacia la comida y el ejercicio físico:
• Brinde el mejor ejemplo posible con sus propios hábitos para una alimentación saludable y ejercicio físico.
• Muéstrele a su hijo que acepta su propio cuerpo. No se queje por su propio peso, ni se refiera a usted mismo como gordo.
• Muestre aceptación por las diferentes formas y tamaños del cuerpo. No critique el peso o la apariencia física de otras personas.
• Enséñele a su hijo que los medios de comunicación no son la vida real. Los medios muestran solo modelos delgados y personas “perfectas”, cuando las personas reales vienen en todas las formas y tamaños.
• Evite hacer comentarios sobre el peso o la apariencia física de su hijo.
• Proporcione muchas opciones de alimentos saludables en su hogar.
• Hable sobre los beneficios de la actividad física para mantenerse sano y fuerte, y no para perder peso.
• Desarrolle el respeto a sí mismo y la autoestima de su hijo adolescente. Felicite a su hijo por sus esfuerzos. Pida la opinión de su hijo adolescente. Aliéntelo a desarrollar habilidades e intereses.